

Argentina es un extenso país de dilatadas fronteras. Pretender conocerlo en unas vacaciones es imposible por la diversidad de sus paisajes, su cultura, su historia, su gente...
Pero si alguien con poca disponibilidad de tiempo -digamos 48 ó 72 horas-, reducido presupuesto, nativo o visitante extranjero, quiere conocer un extracto, una breve síntesis que abarque Naturaleza, paisajes, flora y fauna, rica historia (nacional y regional), no debe obviar una visita a esta PARADISÍACA ISLA a escasos 45 Km. de la gran Capital del Plata, la ciudad de Buenos Aires.
Esta pequeña isla de apenas 4 km2 bastante poco conocida por mis paisanos contiene todo eso y... mucho más. Es uno de esos lugares donde un buen docente puede suplantar medio año lectivo por una visita de 48 horas, si aprovecha el profundo contenido didáctico y la variedad de temas que brinda esta isla, para dar a sus alumnos una clase que JAMÁS podrán olvidar.
Es un paraíso para los observadores de aves, pues encontrarán en su selva un 25% de las aves que anidan en la Argentina toda. Es un libro abierto de geografía e historia para comprender nociones básicas de política regional e internacional, cuando de tomar posesión de un territorio se trata.
Para el amante de las estrellas, es un observatorio "a cielo abierto" en sus noches sin contaminación lumínica, ya que a media noche se suspende el suministro eléctrico y está ubicada lejos de toda ciudad que proyecte sus luces al cielo.
Es para los amantes de los amaneceres en los cuales la Naturaleza nos ofrece el más mágico recital de aves cantoras, o los atardeceres que sólo la magia de un litoral propone, en fin, una isla para los amantes...
La fascinación de su faro, hermano de aquel "del Fín del Mundo" que inmortalizara Julio Verne. El misterio y la intriga de las cruces de su cementerio, digno tema para que se luzca la pluma de Stephen King. Los derruidos muros de la prisión que hizo legendaria a la isla, así como las historias de las fugas de sus reclusos...
Y qué decir de los secretos que encierran las paredes de las enigmáticas viviendas del Barrio Chino... Recorrer su casco urbano es como hojear las amarillas páginas de la historia reciente, y no tanto, de nuestro pueblo. Vestigios de luchas armadas, de políticas sociales, de presos y malviviente, de fantasías de navegantes, de intrépidos aventureros e idealistas, nos sorprenden a la vuelta de cada esquina, detrás de cualquier rincón, al final de algún sendero...
En un mundo donde la desertificación avanza como una oscura sombra sobre la soleada pradera en casi todas las latitudes del mundo, en esta isla retrocede ante el firme, incontenible e inexorable paso de la vegetación.
Si a casi cualquier compatriota se le pregunta sobre la isla Martín García, en el mejor de los casosresponderá "ahhh, la isla donde estuvo preso Perón, donde iban presos los presidentes derrocados..."
Pero la Isla Martín García es algo más que un presidio... Es casi, casi, como el DNI, como el Documento Nacional de Identidad, de la Argentina, o al menos algunas de sus hojas. Pero en todo caso IMPERDIBLE.
Calle principal de la Isla

Patio interior de la casa 101
Faro, semáforo y torre
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